Una receta sencilla de salmón garantiza 'calidad de restaurante' en todo momento
El chef Joel Mielle compartió una receta sencilla para cocinar el trozo perfecto de salmón con una deliciosa salsa cremosa de espinacas, y todo se hace en una sola sartén
El salmón es una opción fantástica y sabrosa tanto para el almuerzo como para la cena, y con la preparación adecuada, puede alcanzar nuevas cotas culinarias. Este pescado ofrece una gran variedad de opciones de cocción, con una infinidad de condimentos, marinadas y salsas que lo acompañan a la perfección y realzan su sabor.
Esta receta del chef francés profesional y expropietario de un restaurante, Joel Mielle, de Recipe30, no es una excepción.
Para preparar salmón con calidad de restaurante en casa, Joel sugiere cubrirlo con una salsa cremosa de espinacas que resultan ser un ingrediente sorpresa. Compartió: "Añado espinacas frescas para crear una salsa rica y cremosa con un delicado toque ácido".
Según el chef, esta salsa garantiza que el salmón quede mantecoso, jugoso y tierno, armonizando maravillosamente con la piel crujiente y dorada del salmón para un delicioso contraste.
Las pieles se hornean por separado, lo que da como resultado "la piel más crujiente que jamás haya probado" en un salmón. Joel reveló: "Uso mucho esta técnica y sí, impresiona a mis invitados", informa el Express.
Ingredientes
Para el salmón
- Dos trozos de filete de salmón (sin piel)
- Sal y pimienta
- Una cucharada de mantequilla sin sal
Para las pieles de salmón
- Dos pieles de salmón, retiradas en una sola pieza
- Unas gotas de aceite de oliva
- Una pizca de sal en escamas
Para la salsa
- 120 ml de vino blanco seco
- Una chalota pequeña, finamente picada
- 180 ml de nata para montar
- Una cucharadita de mostaza de Dijon
- Medio chorrito de limón
- 60 g de espinacas frescas picadas
- Sal y pimienta blanca al gusto.
Método
Comienza precalentando el horno a 374 °F/338 °F (190 °C/170 °C) con ventilador/Gas Mark 5 antes de retirar con cuidado las pieles del salmón en una sola pieza sin romperlas.
A continuación, forra una bandeja para hornear con papel vegetal y coloca las pieles de salmón planas sobre ella. Unta con un poco de mantequilla derretida cada lado.
Condimenta ligeramente con sal y pimienta y luego cubre con otra hoja de papel pergamino.
Empieza colocando encima un objeto plano, pesado y apto para horno para evitar que se doble. Hornéalo de 25 a 30 minutos hasta que esté dorado y crujiente.
Mientras la piel del salmón se dora en el horno, puedes empezar a preparar la salsa. En una cacerola a fuego medio, reduce el vino blanco, el jugo de limón y las chalotas hasta que estén casi secas.
A continuación, añade la mostaza Dijon, la nata para montar, la sal y la pimienta y deja cocer a fuego lento durante dos minutos hasta que espese un poco. Incorpora las espinacas y deja que se ablanden durante unos 30 segundos.
Cuando falten unos 10 minutos para que la piel esté lista, es hora de cocinar el salmón. Sazona los filetes con sal y pimienta.
En una sartén antiadherente grande a fuego muy lento, derrite un poco de mantequilla. Añade el salmón y cocínalo a fuego lento, tapado, de dos a tres minutos por cada lado, procurando que no se dore en absoluto.
Joel indicó que debería estar casi escalfado. Mantén el centro ligeramente rosado. Retíralo de la sartén y coloca los filetes de salmón en platos calientes.
Vierte generosamente la salsa cremosa de espinacas por encima. Cubre con la piel crujiente del salmón.
El chef sugiere servir el salmón con papas hervidas o al vapor y una guarnición de espárragos.